Los beneficios de la natación en bebés

29 noviembre 2016

Seguro que en más de una ocasión habéis escuchado que la natación tiene infinidad de beneficios en nuestro cuerpo y en el de los más pequeños, los bebés. La natación es sin duda, una actividad en la que ejercitamos todo el cuerpo y es por ello que se trata del deporte más completo.

Desde hace unos años, la natación se ha extendido hasta los más pequeños. Cada vez son más madres y padres los que llevan a sus bebés a cursos de natación incluso antes de que empiecen a gatear.

¿Cuándo puede empezar a practicar natación mi bebé?

La matronación o natación para bebés, está recomendada a partir de los tres meses, edad con la que terminamos de madurar el sistema inmunológico, y disminuye el riesgo de padecer resfriados o infecciones. No obstante, en España, en ocasiones se comienza antes con esta práctica. Siempre es recomendable preguntar al pediatra, ya que en función del desarrollo del bebé te aconsejará el mejor momento para él.

Tras nueve meses en el vientre materno, los bebés nacen con ciertas capacidades que favorecen la predisposición hacia el medio acuático.

En la mayoría de ocasiones, los bebés se sienten cómodos y disfrutan de la natación. Si por el contrario, tu bebé no se siente cómodo en el agua, la matronación le ayudará a perder el miedo.

Beneficios de la matronación

Como decíamos antes, son muchos los beneficios que la natación tiene sobre los más pequeños.

El agua es una fuente repleta de estímulos que ayuda a favorecer el desarrollo psicofísico del bebé.

A continuación, te decimos cuáles son las ventajas de la matronación:

  • Desarrollo psicomotor. El bebé siente en el agua mayor libertad de movimientos, lo que favorece al desarrollo de nociones como el desplazamiento y la distancia, aportando mayor coordinación del sistema motriz.
  • Ayuda al sistema inmunológico.
  • Aumenta el coeficiente intelectual. La natación hace que el trabajo respiratorio aumente, aumentando la oxigenación y la circulación, ayudando a fortalecer los pulmones y el corazón.
  • Fortalece la relación afectiva con los padres. El bebé se siente protegido por sus padres, y fortalece los lazos con los padres.
  • Favorece la socialización. La convivencia con otros niños, le ayudará a relacionarse más y mejor. Esto, le dará confianza a la hora de comunicarse e integrarse en el grupo.
  • Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia. El ser humano tiene diferentes habilidades vitales innatas. El agua, ayuda a desarrollarlas, como aprender a girar sobre la espalda o flotar después de caer al agua.
  • Ayuda a relajarse. Tras haber pasado un rato de actividad en el agua, el bebé se relaja, favoreciendo su posterior descanso.

Ejercicios y consejos sobre la natación para bebés

Si te animas a practicar con tu bebé la natación, tienes dos opciones: apuntarte a un curso especializado, o practicar con él desde casa.

Si tienes la suerte de tener piscina en casa, podrás poner en práctica una serie de ejercicios que beneficiarán a tu hijo.

Por lo general, el tiempo máximo recomendado es entre 30 y 45 minutos. Piensa que tu pequeño, irá aumentando su resistencia con el paso del tiempo, pero tampoco es conveniente hacerle trabajar más de lo necesario.

Antes de entrar en la piscina, es conveniente mojarle el cuerpo poco a poco, para que se habitúe a la temperatura del agua.

Una vez dentro, el siguiente paso será sumergir brevemente la cabeza del pequeño en el agua. Puedes empezar sumergiendo la barbilla sin mojar sus labios, o incluso dejar que mueva sus brazos y chapotee buscando la estabilidad.

Por supuesto, como padre o madre debes estar siempre pendiente y ayudarle en todo momento. El contacto físico es esencial. Por ello, es muy importante que acariciéis y abracéis al bebé, reforzando aquellos momentos en los que hace progresos.

Piensa, que esta práctica es una excusa para mejorar la comunicación entre el pequeño y sus padres, aprovecha que es un momento en el que todos sus sentidos están despiertos para conoceros mejor.

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