¿Por qué escoger una cubierta plana de piscina? Esta es una pregunta que muchos se hacen al llegar el verano. El mantenimiento de estos elementos es importante a lo largo del año. Sin embargo, existen todo tipo de protecciones entre las que elegir. ¿Qué razones justifican apostar por este tipo de cubiertas?
Una elección difícil
Las cubiertas planas conforman uno de los tipos más extendidos. Hay que tener en cuenta la variedad de modelos, los cuales van desde una lona sencilla hasta una tapa articulada. Por otro lado, las de movimiento automatizado constituyen una de las variantes más avanzadas.
Una cubierta de este tipo se caracteriza por no elevarse sobre la superficie de la piscina. Por esta razón, no es necesario construir una estructura costosa. La tapa permanecerá a ras de suelo y protegerá el agua del interior con suma facilidad. Además, dada su variedad, cualquier modelo se ajusta sin mayores problemas a las diferentes necesidades de los compradores.
También hay toda clase de diseños, lo cual potencia la capacidad de adaptación de las cubiertas planas. Encajan en jardines de gran tamaño y también en los más pequeños. Pueden incluir casi cualquier patrón decorativo, como imitar a la madera o ser una simple lona colocada en la piscina. Junto a esto, realizarán su labor de forma efectiva a lo largo del año.
Ventajas de las cubiertas planas
Estas cubiertas destacan por una serie de ventajas que merece la pena conocer. Gracias a ellas, se imponen por encima de otros tipos.
- Disponen de sólidos cierres, por lo que son muy seguras. Además, evitan a lo largo del año que alguien pueda caer en el interior de la piscina. Por otra parte, están fabricadas en materiales resistentes para soportar impactos y las inclemencias del clima.
- Mantienen el agua en buen estado. Con estas cubiertas no habrá que cambiarla a menudo. Las hojas no podrán entrar en la piscina, lo que simplifica su mantenimiento. Solo habrá que retirarlas de la superficie de la propia cubierta, un trabajo sin complicaciones y que apenas requiere esfuerzo.
- Instalación sencilla. Una cubierta plana no necesita de una obra para su colocación. Las versiones más simples son lonas. Por tanto, no habrá que levantar una estructura sobre la piscina, algo que supondría un gasto que, en ocasiones, puede ser bastante elevado.
- Ocupan poco espacio. Al no requerir de una estructura, el lugar en el que están es el inmediatamente superior a la superficie del agua. Esto permite instalarlas en todo tipo de ambientes y no limitar las posibilidades que ofrecen. Es decir, no habrá dificultades para su colocación y aprovechamiento.
- Fácil almacenamiento. Llegado el verano, se podrá retirar la cubierta sin complicaciones y no habrá mayores problemas para almacenarla. Por ejemplo, si está automatizada, se guardará en un cajetín que se encargará de protegerla. En caso de que sea una lona, es posible depositarla en un trastero para conservarla en buen estado.
- Diferentes acabados. Existe la posibilidad de personalizar el acabado de la cubierta. Esto da la opción de adaptarla perfectamente a la decoración del jardín. Así, pasará desapercibida o se convertirá en un elemento decorativo más.
- Por lo general, una sola persona debería ser capaz de manejarla, tanto para colocarla como para retirarla. No habrá que realizar un gran esfuerzo en ninguno de los casos, lo cual es un añadido muy atractivo.
En definitiva, elegir una cubierta plana de piscina es un acierto total. Sus ventajas son suficientes como para tenerla en cuenta a la hora de realizar una compra. No habrá dificultades para conservarla en perfecto estado, pero tampoco para instalarla o retirarla cuando sea necesario.
